
La municipalidad de Tigre, a instancias del intendente Julio Zamora, presentó un proyecto de ordenanza en el Consejo Deliberante para autorizar el ingreso del transporte público a Nordelta.
El proyecto, de ser promulgado, autorizaría a la Línea 723 ingresar al predio y recorrer la vía troncal de Nordelta -la avenida que circunda el complejo-. El colectivo desdoblaría sus recorridos para dar servicio a quienes trabajan y viven en el complejo de barrios cerrados.
"Resulta necesario optimizar la prestación de los servicios de transporte público de pasajeros en algunas localidades del partido, a los efectos de cubrir necesidades de la población que se fueron manifestando con mayor intensidad a partir del crecimiento urbano y poblacional", indica la iniciativa.
La decisión se conoce luego de que empleadas domésticas de Nordelta denunciaran que no las dejan viajar en el servicio de combis que tiene el complejo para ingresar al predio. "Nos enteramos de que en una reunión algunos dueños dijeron que no querían compartir el transporte con nosotras porque 'hablábamos mucho, estábamos transpiradas y porque tenemos mal olor'", dijo una de las empleadas, según consignó el medio TN. La denunciase viralizó en redes sociales.
Hoy lo único que funciona en el interior del barrio es el servicio de combis MaryGo, pero ya no da a basto: "En el complejo viven unas 35 mil personas más otras 10 mil que vienen a trabajar. Calculamos que para dentro de 15 años habrá en el complejo unas 100 mil personas. Hay que pensar en estrategias para moverse por adentro de la zona", explica Diego Moresco, director ejecutivo de Nordelta S.A.
Lo que se debate ahora dentro de la Asociación Vecinal es que muchos están en contra de la posibilidad que un colectivo de línea ingrese al barrio. Es que muchos consideran que de esa manera se vulneraría la seguridad del lugar, motivo casi fundamental por la que los vecinos eligen ir a vivir allí.