La investigación sobre una organización delictiva que cometía robos en viviendas sin forzar cerraduras en Tigre y San Isidro sumó a un nuevo imputado. Se trata de E. C. A. L., un hombre de 38 años, quien ya se encontraba preso en la Unidad Carcelaria N° 24 de Florencio Varela por otra causa.
El operativo estuvo a cargo de la Fiscalía de Boulogne, con la fiscal Paula Hertrig y la intervención del Juzgado de Garantías de San Isidro, luego de que la Policía determinara que el recluso cumplía tareas de coordinación interna para “la banda de las llaves” y dirigía parte de las acciones ilícitas.
Durante el allanamiento realizado en su celda, los agentes de la DDI San Isidro secuestraron un teléfono móvil, que será sometido a peritajes. Este avance elevó la cifra de detenidos por integrar el grupo a ocho, mientras sigue la búsqueda del prófugo apodado “Perre”.
La causa se originó tras tres robos cometidos entre 2021 y 2024 en los partidos de Tigre y San Isidro. Las víctimas denunciaron que los delincuentes ingresaron a sus domicilios sin forzar puertas ni ventanas. De hecho, se constató que no hubo daños en las cerraduras ni faltante de llaves, lo que orientó la investigación hacia un posible uso de copias exactas de llaves confeccionadas a partir de originales.
La pieza clave para descifrar el mecanismo fue la figura de M. D. R., de 40 años, identificado como cabecilla de la banda. Su empleo en un estacionamiento le permitió acceder de forma temporal a llaves originales de los autos de clientes, oportunidad que aprovechaba para realizar réplicas.
Además, el acusado obtenía datos personales y documentaciones de las guanteras de los vehículos, lo que permitía a la organización armar un paquete de información detallada sobre las rutinas y domicilios de las víctimas. A partir de esa base de datos planificaban los robos, seleccionaban los objetivos y entraban a las propiedades sin ser detectados.
Las investigaciones establecieron la colaboración de L. M. M., alias “Rata” u “Oreja”, un ex empleado del municipio de San Isidro, cuyo rol consistía en informar a la banda sobre itinerarios y frecuencia de patrullajes policiales, dato clave para minimizar el riesgo en las zonas elegidas para los robos.
El pasado 7 de julio, una serie de allanamientos permitió arrestar a siete sospechosos, algunos de los cuales ya se encontraban detenidos en el marco de otras causas penales. Las detenciones se repartieron en domicilios de Campana, Morón, San Isidro y Lomas de Zamora, y también en unidades carcelarias de Lomas de Zamora, Campana y Magdalena.
Durante los operativos, se incautaron dos computadoras portátiles, celulares, un inhibidor de señal, documentación diversa y una réplica de pistola con carga de CO2, presuntamente utilizada para intimidar en los robos sin incurrir en tenencia ilegal de armas de fuego.